miércoles, 28 de septiembre de 2011

DUMBO no era un elefante

Delante de un cerdo, rodeada de perros, sólo oigo el ruido del txon mientras come: SATISFACCION. Los bebés cuando comen no suenan mejor.

No encuentro mucha diferencia. Bueno, sí:  he observado que cubren su timidez con las orejas.


Laurie Anderson dijo una vez que ella no comía nada que tuviera ojos, sexo, nariz y boca. Y yo, pillada "in fraganti" por la mirada porcina recuerdo sus palabras acompañada de la contradición jugosa de la "txintxorta":

"Del cerdo, hasta los andares"

http://youtu.be/vzYu88jIDYs